Un mundo pequeño

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Las tiendas de juguetes son uno de esos lugares en los que se puede ver todo infantil pero que los adultos no podemos dejar de visitar, puesto que a veces disfrutamos nosotros más que los pequeños de las cosas que se pueden encontrar en ellas.

Es cierto que parece que de un tiempo a esta parte los grandes almacenes ya no se preparan para las temporadas en las que los juguetes son los reyes, como en las fechas previas a la navidad, en las que se montaban plantas enteras de estos establecimientos con cajas y cajas de juguetes, mesas llenas de muestras para que cualquiera pudiera jugar con ellos antes de insistir una y otra vez a los mayores para que nos compraran uno. Hoy esas plantas inmensas llenas de juguetes se han convertido en rincones en los que se amontonan sin ningún sentido, y casi nunca se puede ver alguna muestra con la que poder entretenerse.

Hoy, esta tendencia se ha trasladado a los centros en los que solo se venden juguetes, como determinadas cadenas que se han especializado en abrir establecimientos inmensos en los que se puede disfrutar de nuevo de ese ambiente todo infantil, con pasillos interminables llenos de cajas de juegos y muñecos, y en los que suele verse algún que otro monitor conectado a una consola con el último juego de moda para que quien quiera probarlo pueda hacerlo.

Es cierto que el mundo de los juguetes está hecho para los niños, pero los adultos no podemos resistirnos tampoco.