Hay que comer de todo

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Eso nos lo dicen a todos continuamente, pero incluso siendo mayores tenemos que admitir que hay cosas que no nos gusta comer, y cuando nos la ponen en la mesa llegamos incluso a tener una actitud muy infantil a la hora de comer ese plato que tanto odiamos.

Los niños deben aprender desde pequeños que hay que comer de todo, porque cada cosa aporta algo al crecimiento del niño, y esa es una buena razón para comerse todo lo que se le ponga en el plato. Pero tenemos que reconocer que hay cosas cuyo sabor quizá no les guste, como es el caso de las verduras o del pescado.

El comportamiento que tienen ante un plato que no les gusta se vuelve del todo infantil rebelándose ante la comida y no queriendo comer, algo que a los padres les vuelve locos.A veces la hora de la comida es un verdadero suplicio. ¿Cómo hacer que el niño coma hasta lo que no le gusta? Una buena manera, y es algo que podemos probar todos, es camuflar el sabor del alimento mezclándolo con otros, no le demos solo las verduras o el pescado, mezclémolos con otros sabores y al niño le gustará más.

También podemos hacer formas con ellos, de tal forma que el niño lo vea como un juego, algo divertido, tal vez sea más fácil que así se lo coma.