Niños ¿hiperprotegidos en la sociedad actual?

Hasta hace relativamente poco tiempo (menos de medio siglo en realidad) los preadolescentes se veían obligados a trabajar desde muy jóvenes para ayudar a sus familias, aportando un jornal extra tan necesario en aquellos tiempos en los que la miseria campaba por sus respetos en prácticamente todo el mundo.

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Esto es injusto bajo cualquier punto de vista, estos niños perdían parte de su infancia haciendo trabajos claramente pensados para los adultos y, sobre todo, se veían obligados a dejar el colegio y renunciar a una formación para ayudar en casa.

En la sociedad actual, el cambio ha sido radical. Desde su nacimiento, los niños son sobreprotegidos desde su nacimiento. La educación de los más pequeños también ha notado ese cambio en gran medida, lo que antes era demasiado poco se ha tornado en excesivo en la actualidad. Lo que antes era molerles a palos, ahora es que ni siquiera se tolera una voz más alta que otra, por miedo a que el pequeño se traumatice.

Yo digo que ni una cosa ni la otra. Es indudable que los niños tienen derecho a que su infancia sea lo más normal posible, a poder jugar en un entorno sano pero yo creo que, de nuevo, nos estamos excediendo. Yo soy totalmente contraria a educar a un niño a base de gritos y golpes pero también es imprescindible ponerles normas, marcarles límites para que, el día de mañana, sean adultos útiles a la sociedad.

La falta de límites y el exceso de permisividad se van notando, y cada vez más, en los colegios e institutos. El profesor ha perdido toda su autoridad y se ve acosado y a veces incluso agredido por los niños e incluso los padres. Otra vez se ha cumplido la ley del péndulo.