Cuando éramos pequeños todos soñábamos con un mundo minuto que fuera solo para nosotros, en la que todas las cosas estuvieran a nuestra altura, que fuera todo infantil.
Los niños de ahora también sueñan con mundos de magia y fantasía, ayudado muchas veces por esos libros y películas ambientadas en tiempos de magos y dragones, y muchas veces ellos también necesitan sentir que forman parte de algo. A los niños se les puede contentar con poca cosa, pero a veces el mejor regalo es dedicarles tiempo y darles cariño. Incluso cuando la familia toma decisiones que tienen que ver con todos, no está mal que se tenga en cuenta la opinión de los pequeños de la casa.
Por ejemplo, a la hora de salir de viaje podemos preguntarles dónde les gustaría ir, seguro que están cansados de ir siempre al pueblo. ¿Por qué no llevarles a un sitio dónde seguro que toda la familia va a disfrutar?
“¿Qué lugar es ese?”, seguro que se preguntan los padres. Pues los parques de atracciones. En ellos los niños pueden encontrar la diversión que quieren, rodeados de atracciones divertidas, muñecos de sus series favoritas con quien jugar y hacerse fotos y con espectáculos dignos del mismo Hollywood.
Tal vez nunca os hayáis viajar a un parque de atracciones como destino vacacional, pero la familia disfrutará seguro.